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Vinos blancos y rosados: las bases para elegir el adecuado

 

 

 

 

 

Hola, ¿quieres aprender sobre vinos blancos y rosados? En este artículo señalamos la información básica de estas dos variedades de vinos. De esa forma, podrás elegir cuál agrada más a tu gusto y qué los acompaña.

Tanto los vinos blancos como los rosados ​​son versátiles y se pueden servir con una variedad de platos, desde mariscos y aves hasta quesos y ensaladas. Por cierto, también son ideales para consumir en los días de calor, ya que son refrescantes y ligeras.

Vinos Blancos

Los vinos blancos se elaboran a partir de uvas blancas o tintas sin piel, lo que da como resultado un vino de color claro o pajizo. Por lo general, tienen un sabor más suave y fresco, con toques de cítricos, melocotón y flores. Sin embargo, algunos vinos blancos también pueden tener un toque especiado, como el anís o la nuez moscada.

La elaboración de vinos blancos suele comenzar con uvas blancas o rosadas que se cosechan y estrujan para producir el mosto. Luego, el jugo se filtra para eliminar las pieles y los huesos, que son responsables del sabor amargo y el contenido tánico del vino. Luego el jugo se traslada a toneles o tanques de acero inoxidable, donde se deja fermentar. Durante la fermentación, las levaduras presentes en el jugo convierten los azúcares en alcohol.

A lo largo del proceso de producción, los productores de vino blanco tienen algunas opciones para influir en el sabor final del vino. Por ejemplo, pueden controlar la temperatura de fermentación para producir vinos más dulces o más secos. Algunos vinos blancos también se envejecen en barricas de roble para añadir notas como vainilla y frutos secos, por ejemplo.

A la hora de maridar los vinos blancos con la comida, es importante tener en cuenta el nivel de acidez, el contenido de azúcar y los aromas y sabores del vino. Por ejemplo, los vinos blancos más ligeros con mucha acidez son estupendos para acompañar platos de marisco. Sin embargo, los vinos con cuerpo y menos acidez van bien con carnes blancas o quesos más ligeros. Los vinos blancos dulces también son estupendos para acompañar postres o frutas.

Vinos Rosados

Los vinos rosados ​​se elaboran a partir de uvas rojas, pero se elaboran de manera diferente a los vinos tintos y blancos. Mientras que los vinos tintos se elaboran con los hollejos de las uvas tintas y permanecen en contacto con ellos durante un periodo prolongado, los vinos rosados ​​se elaboran con los hollejos de las uvas tintas durante un periodo más corto, dando como resultado un vino con un color y un sabor más claros.

Existen muchas variedades de uvas tintas que se pueden utilizar en la elaboración de vinos rosados, como Syrah, Garnacha y Cabernet Sauvignon. Por tanto, la elección de la uva dependerá del estilo de vino que se quiera producir y de la región donde se vaya a elaborar.

Cuando se trata de maridajes, los vinos rosados ​​son versátiles y se pueden combinar con una amplia variedad de platos. Son especialmente buenos con mariscos, carnes blancas y quesos ligeros. Sin embargo, también son geniales para acompañar platos con sabores afrutados o especiados, como macedonias de frutas o carnes a la parrilla con salsas de frutas.

Conclusión

Ya conoces los conceptos básicos de elaboración y maridaje de vinos blancos y rosados. Sin embargo, es importante recordar que el maridaje de vino y comida es una cuestión de gusto personal, por lo que no hay reglas estrictas que seguir. ¡Así que experimenta con diferentes combinaciones y descubre cuál te gusta más!

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